miércoles, 4 de agosto de 2010

La Hora de los Gigantes

Pues ha llegado mi momento. Ha llegado el momento de comerse al mundo, como dice Coque Malla en su canción "La Hora de los Gigantes".

Praga tendrá que esperar, el "chasco" de no habérmela concedido quedó atrás, muy atrás. Ya ni me acuerdo. Desde entonces Rumanía ha ido tejiéndose en mi mente y lo que está claro es que es una opotunidad tan buena como cualquier otra. De todo se aprende y cada lugar te aportará algo distinto.

Me auto-proclamo vuestro embajador en tierras rumanas, seré vuestros ojos e intentaré que descubráis, al mismo tiempo que yo, otro mundo, eliminar ciertos prejuicios, que os llevéis sorpresas, etc.

Todo está listo.