martes, 28 de septiembre de 2010

Te pareces a Nadal

Primer día sin problemas.

Nada más llegar a Bucarest te encuentras con una ciudad llena de obras, una ciudad vieja y que ha tomado la frase de “renovarse o morir”. Desde el aeropuerto pasas por una zona muy industrial, gris, para hacer frente a una capital grande, llena de cables, muy dinámica, con edificios antiguos monumentales. Una ciudad con una potencial increíble, que parece volver a despertar y vestirse de gala nuevamente.

Al fin y al cabo estamos ante una capital europea como las demás, como su bullicio, sirenas de ambulancia, los martillos percutores de las innumerables obras, el tráfico, etc.

Vivo en la residencia de estudiantes de “Grozavesti”, a tres paradas de metro del centro de la ciudad. La residencia está formada por varios edificios iguales, cercano a un enorme Carrefour, tiendas, etc. Durante el día, pero sobre todo por la noche, hay mucho ambiente en dos bares con terraza que hay a los pies de dos edificios de la residencia en donde la mayoría de estudiantes quedan para charlar, cenar, etc. A parte de los pasillos de la residencia, es el centro de reunión de los estudiantes.

Bucarest por lo general es muy barato con respecto a España. La moneda oficial es el Leu (“lei” en plural), 1 € equivale a 4 Lei. En Bucarest puedes comer un menú del día por 15 Lei, tomarte una cerveza de tercio por 3 Lei, etc. En cuanto a los pisos, una compañera de la carrera que se ha salido de la residencia para vivir en un piso con más estudiantes paga 200 € en el centro con los gastos incluidos. Mi residencia me cuesta en torno a 60 € mensuales, no incluye comedor pero hay gente que por 20 € ha comprado pequeños hornos, muy simpáticos, y cocinan mucho en la residencia. Anoche cené con todos los que nos habíamos conocido y Gonzalo, el riojano, me soltó que me parecía muchísimo a Nadal cuando reía. Él se parece a Puyol, así que…

Ayer por la tarde pude ver a mi compañera de la carrera, Julia, y a Alessia, una colega de Madrid que estudia Ciencias de la Información. Ésta última vive en la residencia y me presentó a amigos, conocidos, etc., por lo que he empezado a conocer gente. Por la tarde llegaba a mi cuarto Lorenzo, un italiano que habla bastante bien inglés y que me vendrá de lujo para mejorarlo. Es muy majete y parece que se resuelve bastante bien, por lo que no tendré problemas. Nuestro piso está casi lleno de italianos, apenas somos españoles, además de polacos, franceses y rumanos. Me sorprendió bastante ver cómo muchos de los estudiantes rumanos dominan varias lenguas, es algo normal y que desde pequeños aprenden. Estar con tantas personas de otros lugares me permitirá mejorar el inglés, que es uno de mis objetivos principales.

Se me olvidaba hablar de mi cuarto. La verdad que es una residencia bastante humilde, sin muchos lujos pero que me encontré el cuarto muy sucio. Ser humilde no quita de ser cuidado y limpio. Quizás es la nota negativa. Los baños están bien, se limpian a menudo. Hay un viejete en el bloque que por 1 € te limpia la ropa sucia en una lavadora que tiene, mucha gente acude a él y están contentos, por lo que probaré seguramente.

Anoche caí rendido después de un día tan agotador y madrugué para ir andando al centro. Es sorprendente cómo a estas alturas sigue haciendo un calor veraniego, la gente sale a la calle en bañador, chanclas, etc. Fui a la Facultad de Derecho de la Universidad de Bucarest ya que allí está la Oficina Erasmus en donde tengo que entregar papeleos para formalizar mi estancia. Está a media hora andando de mi residencia, y he podido ver que hay algunas zonas verdes por las cuales me iré de vez en cuando a correr, he hablado con chavales que se apuntarían a hacer deporte y es algo a tener en cuenta.

La Facultad de Derecho es enorme, muy antigua (hasta me he perdido un par de veces por dentro). Al llegar a la Oficina de Erasmus estaba mi coordinadora, una mujer llamada Anca, muy guapa y que habla bastante bien el español. Me ha comentado que mi coordinadora de Historia está metida en política y que hasta la semana que viene no vayamos por la facultad, ya que no podremos hacer nada de asignaturas, etc. De pronto me he apuntado a clases de rumano e inglés, pero tengo que esperar a que me contesten para saber cuándo tengo que ir, etc.

Bueno, he de irme, tengo que ir a comprar cosillas al supermercado y quizás vayamos a ve alguna cosilla de la ciudad.

Se os echa de menos. Sed buenos.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Un día y 1/2

"Queda mucho aún", era lo que pensaba cuando tocaba echar cuentas del tiempo que me quedaba para partir hacia Rumanía. "Quedan dos meses", en verano. "Un mes", poco antes de mi examen en septiembre. "Un día y 1/2", lo que digo hoy.

La foto es una imagen de la playa de Zarautz, un pequeño pueblo cercano a San Sebastián. Sí, donde tiene el restaurante Arguiñano. Había, a lo largo del paseo marítimo, una serie de obras de arte premiadas en concursos. A través de una de ellas, enmarqué esta imagen de la playa y del mar. Me gusta mucho la foto.